S. XVI

La Vallée de Joux: el lugar donde comenzó todo.

Fue a mediados del siglo XVI cuando miles de refugiados, la mayoría franceses, atravesaron los Alpes y llegaron a Suiza. Poco pudieron llevarse con ellos, pero sí una de las cosas más valiosas que poseían: el arte de la relojería.

Pronto su destreza y conocimientos recorrieron el país helvético y se asentaron en la pequeña Vallée de Joux. Allí, los relojeros encontraron unos inmejorables aliados: los joyeros. Estos, que no podían ejercer su oficio porque la joyería estaba mal vista, no dudaron en unirse a ellos y juntos dar vida a una de las creaciones más fascinantes de todos los tiempos: los relojes mecánicos. Auténticas obras de artesanía que combinaban mecanismos precisos con decoraciones exquisitas.

La Vallée de Joux: el lugar donde comenzó todo.

S. XVIII

Chevalier: una estirpe de maestros relojeros.

Pasaron los años, y ya inmersos en los siglos XVII y XVIII, la relojería no solo se convirtió en una seña de identidad del país, si no que fue elevada a forma de arte. Una categoría que atrajo hasta la región a otro francés, Jean-Baptiste Chevalier.

Miembro de una de las más emblemáticas dinásticas de relojeros de Blois, el maestro se estableció allí y tuvo un hijo, Joseph Chevalier. Este, inspirado por la atmósfera del lugar y las creaciones de su padre, pronto se convirtió en un brillante y talentoso relojero. Su infatigable labor, su apertura a nuevas ideas y su rigor casi despiadado, le llevaron a ingresar en el mundo de los llamados "cabinotiers", la gran élite del Gremio de Relojeros de Ginebra.

Chevalier: una estirpe de maestros relojeros.

Joseph Chevalier: atravesando el tiempo hasta nuestros días.

Casi hasta el año de su muerte en 1818, Joseph Chevalier siguió creando relojes de una belleza inusitada y un movimiento elegante.

Hoy han pasado ya 201 años desde aquella fecha. 201 años durante los cuales su esencia ha permanecido intacta en la Vallée de Joux. Ahora, la marca renace para traer de vuelta el savoir-faire del maestro relojero y crear relojes 100% de fabricación suiza de altísima calidad.

Joseph Chevalier: atravesando el tiempo hasta nuestros días.