Que Chasseron sea el nombre de la montaña más aislada del valle y de la colección más nostálgica de Joseph Chevalier, no es una casualidad. Ambas detienen el tiempo. Ambas te trasladan al pasado.

Características de la colección

El movimiento C110: la vuelta a los orígenes.

Observar el calibre C110 de Chasseron es como contemplar una antigua obra de arte. Una obra que hipnotiza por la belleza y la precisión con las que están creadas, decoradas y ensambladas sus 246 piezas. Y es que cada una de ellas ha sido concebida por los mejores artesanos de la Vallée de Joux para que, juntas, den vida a un movimiento de cuerda automática que te traslada 200 años atrás.

 Los puentes esqueleto: una ventana a la esencia del valle.

Los puentes esqueleto: una ventana a la esencia del valle.

La original forma de los puentes del calibre C110 de Chasseron deja a la vista de los ojos más privilegiados gran parte de su interior. Sus rubíes y sus decoraciones consiguen captar las primeras miradas. Y sus ruedas y sus piñones en movimiento las atrapan y detienen para ellas el tiempo.

Los puentes esqueleto: una ventana a la esencia del valle.

La original forma de los puentes del calibre C110 de Chasseron deja a la vista de los ojos más privilegiados gran parte de su interior. Sus rubíes y sus decoraciones consiguen captar las primeras miradas. Y sus ruedas y sus piñones en movimiento las atrapan y detienen para ellas el tiempo.

 Los puentes esqueleto: una ventana a la esencia del valle.

Los acabados: el legado del maestro relojero.

No solo las piezas que componen el calibre de Chasseron lo convierten en el movimiento más nostálgico de Joseph Chevalier. El tratamiento galvánico en oro rosa 4N, sus 29 rubíes y el perlado en la platina principal y en los puentes, aportan ese toque insólito que recuerda a aquellos primeros movimientos creados por el maestro relojero.

 Los acabados: el legado del maestro relojero.
 La esfera: cada segundo cuenta.

La esfera: cada segundo cuenta.

Si el movimiento de Chasseron transporta a quien lo admire a los orígenes de Joseph Chevalier. Su diseño, también. Con una caja clásica, una esfera en números arábigos o índices clásicos y una esfera en tres colores - gris perla, azul intenso y negro azabache -, se adapta a todos los gustos. Y la complicación añadida de un pequeño segundero, consigue que quien lo lleve disfrute del savoir-faire de la Vallée de Joux segundo a segundo.

La esfera: cada segundo cuenta.

Si el movimiento de Chasseron transporta a quien lo admire a los orígenes de Joseph Chevalier. Su diseño, también. Con una caja clásica, una esfera en números arábigos o índices clásicos y una esfera en tres colores - gris perla, azul intenso y negro azabache -, se adapta a todos los gustos. Y la complicación añadida de un pequeño segundero, consigue que quien lo lleve disfrute del savoir-faire de la Vallée de Joux segundo a segundo.

 La esfera: cada segundo cuenta.

El certificado COSC: la calidad del valle.

Al igual que el resto de movimientos de Joseph Chevalier, el C110 cuenta con el certificado del Control Oficial Suizo de Cronómetros (COSC). Un certificado reservado para los relojes de alta precisión que cumplen los siete criterios que atestiguan su eficiencia y precisión a la hora de medir el tiempo.

Mouvement C110
El certificado COSC: la calidad del valle.
Mouvement C110